¿Podría existir el marketing de contenidos sin ellos?
Solo tenemos que fijarnos en nuestra forma de comportarnos cuando navegamos por internet para comprobar que la época de leer se terminó: lo que se lleva ahora, es el vídeo.
Todas las empresas, independientemente de su tamaño, se han sumado a la era de lo visual. Desde grandes empresas que invierten enormes sumas en spots publicitarios, hasta empresas más reducidas que contratan productoras para que les generen contenidos adaptados a las distintas necesidades que les puedan surgir.
¿Por qué son tan importantes los contenidos audiovisuales?
En primer lugar, está el hecho de que un vídeo puede servirnos para contar de una forma mucho más atractiva y dinámica cualquier información que tengamos que transmitir. Esta información puede ser un producto o servicio que queramos vender a clientes potenciales (ya sean consumidores o empresas), una promoción de cambios o novedades que van a suceder en nuestra empresa y que queremos comunicar de forma efectiva, los resultados de nuestro trabajo de forma que consigamos transmitir una imagen de éxito a los clientes, e incluso explicar a qué se dedica nuestra empresa y contribuir a fortalecer la marca.
En definitiva, un contenido audiovisual le hará llegar a la persona o empresa que deseemos la información necesaria de forma eficaz.
Si estudiamos correctamente las necesidades por las que tenemos que comunicar una determinada información y a quién, encontraremos una forma efectiva de elaborar un contenido audiovisual por el que este sujeto accederá a la información.
¿Por qué son tan efectivos los contenidos audiovisuales?
En definitiva, porque nos permiten entregarle a un público determinado la información en un soporte que le resulta atractivo y al que quiere acceder de forma voluntaria.
Podemos pararnos a pensar por ejemplo en los vídeos cortos que cuentan noticias, pero además añaden música y texto. En cualquier sector tienen lugar noticias que interesan a los trabajadores y consumidores; un vídeo que cuente temas de actualidad sobre deporte, nutrición, tecnología, salud… Que sea cortito y entretenido, nos servirá para generar tráfico en nuestras redes y dirigir clientes hacia nuestra web, lo que también nos ayudará a que más personas nos conozcan y por lo tanto más posibilidades de llegar a los clientes potenciales.
Pero este es solo un ejemplo. Una empresa puede vender infinidad de productos o proporcionar numerosos servicios. ¿Realmente alguien espera que un posible cliente se pase 10 minutos buscando si en nuestra lista de servicios se encuentra el que a él le hace falta? Ya sabemos la respuesta… Sin embargo, un vídeo dinámico, que no solo cuente que hacemos, sino que también aporte ejemplos, servirá para que el cliente vea y compruebe que tenemos lo que necesita.
¿Por qué no todo el mundo puede generar contenidos audiovisuales?
Podríamos decir que esta es La Pregunta del Millón. Existe una demanda cada vez más creciente de este tipo de contenidos, y con ello, viene también una avalancha de empresas y personas que deciden que no es un aspecto de su negocio lo suficientemente imprescindible como para invertir en él, y deciden hacerlo por su cuenta. El problema de esto es que si te introduces en un mercado competitivo y profesional con contenidos “amateur”, puedes conseguir un efecto contrario al deseado, y es que el público te piense que eres “menos profesional” que otras empresas.
La creación de contenidos audiovisuales es un servicio como cualquier otro, y por ello lo más acertado sería contratar a una persona o a una empresa con formación, equipo y experiencia para que nos genere las piezas que necesitamos. Si no competirías con una Vespa en una carrera de motos, tampoco tiene sentido que promociones tus servicios con un vídeo hecho con el móvil…
Pero ¿tendré éxito con cualquier contenido audiovisual?
Por supuesto, no todo es tan sencillo como hacer un banner y colgarlo en cualquier parte. El trabajo previo a la creación del contenido es tan importante como el proceso de producción y el de difusión. La única fórmula que funciona es contratar los servicios de una empresa que nos asesore en los siguientes aspectos: cuál es el público al que tenemos que dirigirnos, qué debemos contarle para generar interés/ ventas/ nuestro propósito, qué medio es el más adecuado para llegar hasta él, cómo ponerlo en práctica y qué esperar después de esto.
Igual que hoy en día nadie se imaginaría tener una empresa sin una web, o sin un servidor de correo electrónico, queda poco para que todas las empresas tengan unas redes sociales activas y llenas de contenidos. Es fácil comprobar cómo unos clientes que se sienten cerca de una empresa de la que necesitan algo y con la que pueden estar fácilmente en contacto, tienen mayor confianza a la hora de apostar por ella.
Por eso, desde Desafío Comunicación te animamos a que nos cuentes tu proyecto. Lo estudiaremos poniendo en práctica todos nuestros conocimientos y empleando a fondo nuestra experiencia en el campo de la comunicación. Te contaremos todo lo que podemos hacer por ti, con presupuestos adaptados a tus necesidades y a tus posibilidades, y haremos lo que más nos gusta: proyectos win-win que nos ayudarán a crecer juntos.
¡Consúltanos sin compromiso! Estamos deseando conocer tus metas, para ayudarte a alcanzarlas.
Ejemplo de vídeo realizado para cliente Skechers por Desafío en 2016